La
historia de esta inauguración que hoy nos congrega comenzó hace tres años,
cuando Rafael Cid, Fernando Segovia y Andrés Allén, entrañables amigos,
sugirieron la posibilidad de traer a Morille estas esculturas; Fue
en 2009, unas semanas antes de comenzar el Festival PAN, cuando me acompañaron
para encontrarnos con Manuel Ambrosio y conocer Morille.
Sabíamos
de la apuesta de Morille por la cultura, y nos
gustó la idea de recuperar, de rescatar de su largo letargo estas obras para
traerlas aquí. Desde el primer momento supimos que no iban a estar solas:
estarían arropadas por el calor y el entusiasmo de un pueblo volcado en una
apuesta: la reivindicación de nuestros pueblos como valores culturales en sí
mismos y como motores capaces de generar y acoger todo tipo de
manifestaciones artísticas.
Mucha
“culpa” tiene Manuel Ambrosio, verdadero motor de toda esta actividad
que despliega Morille y que lo sitúan entre los pueblos más inquietos y
concienciados por la dinamización cultural, a la vez que incrementan un
patrimonio artístico genuino para el disfrute de todos.
Si
Morille y su gente pueden estar orgullosos de esto, nosotros estamos encantados
de que estos Desplazamientos se hayan hecho Morillejos.
Nos
sumamos a esta apuesta de Morille, trayendo estas obras aquí, y estamos seguros
de mantener con ello la fidelidad al pensamiento y sentir de Ángel Mateos.
Todos
podéis comprender lo que para nuestra familia, significa la recuperación, la
rehabilitación, de estas esculturas:
Para
nosotros se suman a otras que mi padre tiene en ámbitos rurales, desde las solitarias
esculturas en la dehesa del Cubo y de Villavieja, o el propio Museo del
Hormigón en Doñinos… así como otras tantas que se quedaron en el ámbito
de los sueños personales de Ángel Mateos.
Si
en un principio fueron diseñadas para ser contempladas sobre la diáfana
superficie del agua, donde su reflejo nos ampliaba su percepción, no es menos
cierto que en este entorno terrestre, siguen siendo capaces de entablar
un dialogo con el espacio natural en el que habitan, confirmándonos en la
idea de que el arte es algo más que un objeto que mirar, es sobre todo, una
experiencia, un encuentro.
Han salido
del cajón del olvido y han vuelto, aquí en Morille, a lucir sus colores.
Gracias
al equipo de personas que con su esfuerzo hacen posible que actos como este
sean una realidad.
Gracias
Morille, por vuestro esfuerzo_e_interés por acoger estas esculturas, y
enhorabuena: vosotros lo habéis hecho posible.
Muchas
gracias a todos.
Ángel Manuel Mateos
Enhorabuena Ángel, acabo de ver el vídeo de la inauguración y me parece que vuestra labor es superior, luchando por el arte y qué arte. Me ha encantado ver ese trocito de Castilla adornado con cubos. Gracias por el regalo visual.
ResponderEliminarUn abrazo y a seguir.
Gracias a ti. Seguimos luchando con vuestro apoyo. un saludo.
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